jueves, 13 de marzo de 2008

¡Ah qué custodio tan olvidadizo!

Pues Adriana Torres, una compatriota acusada de vender discos piratas en el gabacho pasó cuatro días olvidada en una celda de la corte, sin agua ni alimentos y fue descubierta por pura casualidad por otro custodio.

A Adriana la está asesorando un Cónsul mexicano, pero le convendría más un abogado para que les meta su buena demanda, porque los cónsules ya sabemos que no sirven para nada.

¡De que los hay, los hay!

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