Si el Juicio Final lo hicieran jueces mexicanos

No hay enlace porque esta vez es una reflexión mía.

Al momento de escribir este comentario ya es medio día en la zona centro de México y seguimos vivos, obviamente no iniciará el fin del mundo pero todavía hay personas que lo creen, semejante chasco se llevarán mañana, aunque desgraciadamente no faltará el fanático que se suicide pero en fin.

Bueno, ¿Qué pasaría si el Juicio Final se llevara a cabo por el sistema de impartición de justicia de México?:

• En primer lugar tardaría años en llevarse a cabo, la burocracia es excesiva y si se cruza periodo vacacional pues va para largo. 
• Tendríamos que dar dinero para agilizar los trámites (la clásica "mordida").
• Si no estás de acuerdo con la sentencia puedes apelar pero ya sabes, más tiempo. 
•  Puedes llegar a más instancias y la última será la Suprema Corte Corta de Justicia de la Nación. 

De todas formas si no tienes dinero ya te fregaste, ya que seguramente se salvarían cómplices de violación infantil, gobernadores preciosos que amenazan a mujeres periodistas, expresidentes acusados de genocidio, etc; en fin, aquellos que puedan pagar la justicia o en este caso la salvación eterna.

Así que en el muy poco probable caso que la humanidad empiece su extinción hoy reza para que el Juicio Final no sea llevado por jueces mexicanos, porque  si no tienes el dinero suficiente ya te condenaste aunque hayas llevado una vida ejemplar. Si eres rico ya la hiciste, como siempre podrás comprar la justicia.

A propósito, ¿Por qué dicen fin del mundo? Debería ser fin de la raza humana o de los seres vivos o algo parecido, porque el mundo se acabará dentro de unos 3 mil millones de años (minutos más, minutos menos) cuando el Sol se esponje y despedace nuestro planeta, aunque unos mil millones de años antes de que eso ocurra la vida se habrá extinguido debido al excesivo calor, ni las cucarachas y menos los políticos sobrevivirán. Pero para ese entonces ya habremos habitado otros sistemas solares y galaxias, así que no hay que preocuparse.

¡De que los hay, los hay!